Plantación: Siembra las semillas directamente en el suelo después de la última helada. Elige un lugar soleado con suelo bien drenado. Planta las semillas a unos 2 cm de profundidad y sepáralas entre 120-180 cm. Aunque las semillas de calabaza germinan en aproximadamente 7-14 días, las calabazas necesitan un promedio de 75 a 100 días para madurar, lo que significa que tienen una de las temporadas de crecimiento más largas de todas las verduras. El momento en que necesitarás sembrar tus semillas de calabaza dependerá de dónde vivas; si vives en un clima más frío, deberías sembrar tus semillas a finales de mayo, mientras que si estás en un clima caluroso debes comenzar a principios de junio.
Cuidado: Las calabazas prefieren un suelo con alto contenido de nutrientes que drene bien. Por lo tanto, antes de comenzar a plantar debes eliminar cualquier escombro, incluyendo piedras, del suelo. Las calabazas también necesitan espacio para crecer, especialmente las variedades más grandes que pueden desarrollar enredaderas de hasta 50cm de largo. Además, las semillas deben plantarse 2-3cm por debajo de la superficie del suelo. Proporciona agua abundante, especialmente durante la floración y el desarrollo del fruto. Apunta a al menos 2-3cm de agua cada día, pero ten en cuenta que pueden necesitar más si vives en un clima seco o muy caluroso.
Soporte: A medida que las enredaderas crecen, considera usar estacas o enrejados para soportar el peso de las calabazas. Como estas semillas producirán frutos grandes, deberías considerar usar un fertilizante de forma regular. Un fertilizante alto en nitrógeno cuando las calabazas comiencen a crecer ayudará a promover el crecimiento del follaje.
Cosecha: Las calabazas están listas para la cosecha cuando la cáscara está dura y el tallo está seco. Típicamente, esto ocurre 90-120 días después de la siembra.
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