Cómo cultivar Semillas de Schorzonera (Salsifí negro)
Para plantar y cultivar Semillas de escorzonera (salsifí negro), comienza seleccionando un lugar con pleno sol y suelo fértil y bien drenado. El suelo debe ser suelto y libre de piedras para permitir que las raíces largas se desarrollen correctamente. Apunta a un nivel de pH entre 6.0 y 7.5.
Prepara el área de plantación cavando el suelo a una profundidad de unos 30 cm, deshaciendo los terrones y eliminando las malas hierbas. Añade compost o estiércol bien descompuesto para mejorar la fertilidad y estructura del suelo.
Siembra las semillas directamente en el jardín a principios de primavera, tan pronto como se pueda trabajar el suelo y las temperaturas hayan alcanzado alrededor de 10°C. Crea surcos con una profundidad de 1,5 cm, separados entre 25 y 30 cm. Coloca las semillas a 2 o 3 cm de distancia dentro del surco. Cubre ligeramente las semillas con tierra y presiona suavemente. Riega bien el área después de plantar.
Mantén el suelo constantemente húmedo durante el período de germinación, que suele durar de 2 a 3 semanas. A medida que las plántulas crecen, ralea dejándolas a unos 10 a 15 cm de distancia para dar a cada planta suficiente espacio para desarrollarse.
Durante toda la temporada de crecimiento, mantén niveles de humedad uniformes, especialmente durante períodos secos, ya que la escorzonera prefiere un suelo constantemente húmedo. El acolchado alrededor de las plantas puede ayudar a retener la humedad y suprimir las malas hierbas. Fertiliza las plantas ligeramente con un fertilizante equilibrado o compost adicional a mitad de temporada para fomentar un crecimiento saludable.
Las plantas de escorzonera pueden tardar hasta 5 o 6 meses en madurar. Las raíces se pueden cosechar desde finales del otoño hasta el invierno, ya que son resistentes a las heladas y mejoran su sabor después de algunas heladas. Para cosechar, cava cuidadosamente las raíces, teniendo cuidado de no romperlas, ya que pueden ser bastante frágiles.
Guarda las raíces cosechadas en un lugar fresco y oscuro, preferiblemente en arena ligeramente húmeda o aserrín, para mantenerlas frescas durante varias semanas.